sábado, 19 de septiembre de 2015

The Clash: primavera 0:00


por César Colman

LOS DINOSAURIOS

A pesar de sus inicios musicales humildes y casi minimalistas, fueron creciendo hasta convertirse en la banda de la calle. Esa que con un discurso radical se declaraba a favor, tanto en entrevistas como en canciones, acerca de cuestiones que otras bandas preferían pasar por alto. Esa que a fines de los 70 y principios de los 80 se oía por cualquier lado como algo cotidiano y que le gustaba a todo el mundo (o casi), a pesar de su contenido. Pero también fue esa banda que gracias a la sofisticación paulatina de su música padeció la influencia directa de una enorme variedad de estilos. Y se convirtió en esa banda que sin buscar el enfrentamiento contra el “No future” evolucionó de tal forma que, con cada disco, no podía menos que proclamar una revolución. Este crecimiento desarrollado en cada uno de sus lanzamientos, sumado a las enormes y desgastantes giras, desencadenaron lo que termino por desorientarlos. Y al desbandarse, de alguna manera, se acabó el mundo jurásico. (Hubo un par que intentaron arrimarse, pero nunca llegaron a representar el papel musical que se requiere para esto). Será entonces que en realidad nunca sospecharon hasta donde llegarían. O será, tal vez, que cuando lanzaron su primer single “1977” y remarcaron que “no habría más Elvis, Beatles y Rolling Stones”, nadie pensó que podían llegar a ser tan grandes como ellos, pero con una historia mucho más pequeña. O es que nadie se dio cuenta de nada, en realidad, ni siquiera ellos.

PUEDEN DESAPARECER

THE CLASH (1977): Este primer disco es puro punk-rock, pero con los matices melódicos que ya caracterizaban a la banda. En él no hay sofisticación ni arreglos, no todavía, simplemente es rock en estado puro, tocado a gran velocidad, nada de grandes instrumentaciones, aquí solo huyen de forma explícita de los setenta y de lo que había sonado hasta ese entonces. La música y la voz eran muy agresivas, pero no sonaban pesadas sino frescas yy, por sobre todo, resonantes. La llamaban música basura, pero en realidad era una música muy honesta. El disco es parejo de principio a fin y casi podría decirse que no envejeció. Con todo esto es fácil rendirse ante la arrolladora “Janie Jones”, el brutal “White Riot”, o “London´s Burning”, tal vez una de las mejores canciones de su carrera, o la melodía de “Career Oportunities”, o su primera incursión en el reggae,“Police & Thieves”. Un disco con muchísima personalidad, con una banda que parecía esconder algo más grande entre manos.


GIVE ´EM ENOUGH ROPE (1978): El segundo en UK, pero el primero en EEUU, parece ser un disco de transición que no alcanza la calidad del anterior, pero sigue en la misma línea. Nuevamente las guitarras sonaban fuertes y las voces se desgastaban ante el micrófono, pero faltaba algo de la frescura del primero. Este disco es quizás el más desconocido y se puede considerar, de alguna manera, una grabación menor dentro de su carrera. No ofrece nada nuevo respecto al primero y eso era un poco peligroso en un grupo punk, dado que las limitaciones musicales del género acababan con el mismo y con la sorpresa del público que ya se estaba habituando al sonido. No obstante hay canciones que se destacan del resto, tal es el caso de “Safe European Home”, “English Civil War”, “Guns On The Roof”, todas dentro del ya clásico esquema punk; u otro tema con un contenido síp, como el delicioso “All The Young Punks”. No llega a ser un paso al costado, para nada; pero si un error calculado.

THE COST OF LIVING E.P. (1979): Meses antes de su siguiente lanzamiento, editan este extended play con cuatro temas. "I fought the law", "Groovy times", "Gates of the west", y "Capital radio two". En ellos se vislumbraban distintos formatos de canciones, abriendo la puerta a lo que vendría.


LONDON CALLING (1979): Editan, a mediados de diciembre, un disco doble a precio de uno, en todo sentido. Con una producción mucho más elaborada, incluyen arreglos e instrumentos con una fuerza y espontaneidad que hacen olvidar los balbuceos del segundo long play. Se convierten en la banda sonora de la calle, con una obra que plasma su búsqueda, superando sus propias expectativas.  El pueblo pedía nuevos héroes, aunque esta vez no debían tener ni el pelo largo ni lentejuelas, esta vez debían tener el pelo corto, despeinados y con los pantalones rotos. La banda se presenta con una obra concebida desde la tapa que, si bien no hilvana una historia, guarda, aunque no esconde, el mayor de los conceptos, el fin del rock. Homenajeando así al disco que ellos consideran como el inicio de la era del rock con Elvis Presley. London calling ahonda todos los estilos que marcarían los 80: ska, reggae, rockabilly, funk, punk y pop, creando con todo ello un sello único e inigualable. Destacar canciones es casi imposible, pero quizás se puede mencionar “London calling”, que resultó ser todo un himno urbano; “Jimmy jazz” con su toque swing que aún no había sido explotado por la nueva ola británica; “Spanish bombs”, con un esquema más roquero y punk, con referencias a España y a la guerra civil; el pop de “Lost in the supermarket"; otra con un ritmo arrasador como “Guns of Brixton”, dedicada al barrio más punk de Londres; el ska de “Wrong ’em Boyo” y algunas más como “Lover’s rock” o “Revolution Rock”, donde vuelven con el reggae. Pero el disco se deja escuchar de principio a fin con una facilidad alarmante, a pesar de sus más de setenta minutos. Un disco del cual muchos tomaron prestado no solo la musica sino tambien la actitud y los conceptos. La Rolling Stone hizo una de sus famosas encuestas en la que anunciaron con bombos y platillos que London calling resultó ser el mejor disco de la década del 80. Consultado Strummer por la misma publicacion acerca de esto, respondió: "Pienso que el disco salió en el año 79".

SANDINISTA (1980): Tras el éxito de London Calling y con el público entregado, sacan un disco triple, también a precio reducido. Si la banda logró un sonido más elaborado y lejano a sus dos primeros discos, es por la abundancia de teclados, vientos, coros, orquestas, sintetizadores y todo tipo de arreglos que distaban del espíritu punk. El disco contiene una buena colección de temas, como el disco-funk que abre la placa, “The magnificent donde se luce el bajo de Paul Simonon; otro tema destacable es “Junco partner”; o uno de los himnos, “Something about England”, con Strummer cantando como nunca. Vuelven con un reggae enorme como “One more time”, explotando los arreglos y ritmos dub. También rescatan el tema de los Equals, “Police on my back”, y sorprenden con la canción “Washington bullets”. Es magnífica también la versión casi reggae que hacen “Charlie don’t surf” y el disco-punk “Junkie slip”. Una última delicia es una versión de su primer disco completamente transformada, “Career Oportunities”. Sandinista! contiene canciones que son auténticas perlas junto con alguna que parecen no estar terminadas. Y si bien estos altibajos no lo hacen fácil de escuchar, luego de reiterar las audiciones, se va convirtiendo en irresistible.


COMBAT ROCK (1982): Ya convertidos en megaestrelas, este disco fue otro golpe de popularidad y nos hizo descubrir canciones de distinto interés, aunque nuevamente no llega a la calidad de London Calling. Aquí también se nota la existencia de algunos temas demasiado experimentales y de difícil audición. Tal como pasaba en Sandinista! se mezclan las canciones fantásticas y directas con otras no tan asimilables. Se puede destacar la muy rockera “Know your rights” o “Overpowered by funk”, sin olvidar la experimentación y el reggae desarrollado en el tema “Gettho defendant”. No obstante, el disco contiene uno de sus más temas reconocidos, “Should i stay or should i go”, tal vez su canción más americana, absolutamente inolvidable. El disco, en realidad, puede pasar desapercibido a simple oída pero es un gran disco, y se pueden encontrar perlas en cada una de las canciones por separado.

CUP THE CRAP (1985): Este disco es, tal vez, una de las mayores decepciones de la historia del rock. De difícil lectura y asimilación, contiene temas que parecen salidos sin inspiración. El grupo se resentía y ya no aguantaba los ochenta, su público se distanciaba de ellos, apartándoseles definitivamente. La producción barroca, confusas y sin alcanzar la nitidez necesaria, cubría todo con multitud de teclados y arreglos que destrozaban las canciones. Sumado al hecho de que Mick Jones y Topper Headon ya no pertenecían a la banda, lo cual provocó el desagrado y la incomprensión definitiva de sus seguidores. Todos los problemas anteriores se podían haber resuelto con buenas canciones, pero no.  A la distancia puede que no disguste tanto, pero el disco sigue sin llegar al aprobado. Así es que se salva, para quien se atreva a oírlo “This Is England” y “Three Cars”, o "Cool under heat" y poco más. Una mala despedida para uno de los mejores grupos de todos los tiempos.


RESTOS FÓSILES

Luego de esto, cada uno de los miembros se embarcó en distintos proyectos. Topper Headon estuvo lidiando con sus adicciones y no tuvo gran actividad. Editó un álbum de R&B llamado Wakin up, de poca repercusión artística y no más. Paul Simonon, por su lado, hizo algo más, editó un disco con una banda llamada Havanna 3AM, y años más tarde formó parte de uno de los tantos emprendimientos de Damon Albarn, The good the bad and the queen. Mick Jones inmediatamente luego de ser despedido formó Big Audio Dynamite, también conocido como B.A.D. banda con la que continúa hoy en día. Era una mezcla de samplers, sonidos y voces por lo que recibieron gran cantidad de críticas y acusaciones varias. Para su segundo lanzamiento de 1986, Strummer ayudo a su ex compañero con la producción del disco y la composición de algunos temas. Si bien corrieron rumores acerca del regreso, la cosa nunca pasó de eso. La banda continuo editando discos sin mayor trascendencia comercial, pero que sirven para establecer su propio legado. Strummer hizo, además, otras producciones, como es el caso de The Pogues. También tuvo un lanzamiento solista, pero luego formó The Mescaleros, banda con la que editó tres discos.

Hubo discos póstumos también, como el caso de Super black market clash, un grandioso muestrario de lado b, remixes y demás rarezas a lo largo de toda su historia. Disco que es una edición extendida del LP Black market clash. Fue editado previamente a la salida de Sandinista! y constaba de 9 canciones compiladas de distintas etapas de la banda. Clash on Broadway es un compilado que contiene rarezas y demás temas en vivo desperdigados entre clásicos de todas sus épocas. Y From here to etrnity, un disco en vivo con material de las distintas etapas de la banda en diversas presentaciones. Un muy buen muestrario del despliegue musical de una banda que dejó en el debe un legado trunco. Tal vez el fallecimiento inesperado de Strummer por una afección cardiaca no descubierta a tiempo nos dejó sin una reunión.